En el ámbito de la comunidad, las recomendaciones y la prudencia nos dicta a considerar a cualquier víctima en situación de RCP como si fuera una víctima con posible infección por COVID-19 y, por tanto, transmisor de la enfermedad para el reanimador que lo atienda. Por ello, resulta razonable adaptar la secuencia de atención a la RCP en la comunidad, con el objetivo de garantizar al máximo la seguridad del reanimador y reducir al mínimo el riesgo de trasmisión vírica.
Estas recomendaciones llegan desde el Comité de Enlace Internacional sobre Reanimación (ILCOR) y el Plan Nacional de RCP.
Para más información puede consultar el blog de Cardio en el siguiente enlace:
https://www.gcardio.es/2020/07/03/reanimacion-cardiopulmonar-en-tiempos-de-pandemia-por-coronavirus/