Q - R E A D Y B Y Q U I R N P R E V E N C I N

El impacto emocional de una baja laboral de larga duración

mujer preocupada sentada en la mesa de la cocina

Las bajas laborales que superan los seis meses son consideradas bajas de larga duración y suelen provocar un impacto tanto para el propio trabajador, como para la empresa. Es por ello por lo que implicar a ambas partes en un proceso de reincorporación planificado, en el que se evalúen holísticamente los riesgos físicos y psicosociales del puesto de trabajo, puede ayudar a una adaptación más llevadera y menos traumática.

La persona trabajadora que ha sufrido una enfermedad o accidente que ha implicado una separación de su puesto de trabajo por un periodo de tiempo considerable, se enfrenta a pensamientos y emociones que pueden jugar en su contra.

De una parte, existe un cambio vital en ella, que puede haber modificado su forma de ver y entender la vida y sus prioridades, hecho que puede acercarla o alejarla de la compañía. Por otro lado, a nivel psicológico, puede que esa enfermedad o accidente haya dejado sobre ella ciertas secuelas que la provoquen inseguridad en sí misma, miedo, frustración, etc.

Además, con respecto al puesto de trabajo, puede aparecer el miedo. Miedo a no encajar de nuevo, a sentirnos incompetentes, a ser juzgados, a sentir una desconexión con la empresa. En definitiva, a no encontrar las cosas tal y como las dejamos, lo que es muy probable porque el tiempo ha pasado para ambas partes y lo normal es que el mismo implique evolución y cambio.

Este proceso de reincorporación a un ritmo de trabajo al que se estaba deshabituado, de reintegración social con compañeros, y de conciliación con la vida personal que muchas veces implica el cuidado de otras personas, puede convertirse en algo difícil de gestionar e incluso suponer un problema mayor de estrés o ansiedad.

Para facilitarlo, muchas legislaciones europeas, como la holandesa o la sueca, sí recogen la posibilidad de una vuelta al trabajo de forma gradual con porcentajes inferiores al 100% de la jornada laboral, para una reincorporación paulatina, más cómoda y que pueda favorecer los mecanismos propios de adaptación.

A veces es necesaria la intervención de profesionales especializados, que, con su tutela y asesoramiento sobre los recursos personales de gestión emocional, pueden ayudarnos a afrontar esa incorporación de una forma no traumática y, por tanto, más adaptativa.