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El papel de la nutrición en el control de la diabetes

recreación de un corazón relleno de verduras

La diabetes es una afección crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Las personas que lo padecen presentan niveles elevados de glucosa en sangre, lo que puede tener graves consecuencias para la salud si no se controla adecuadamente. Afortunadamente, la nutrición desempeña un papel fundamental en el manejo de la diabetes, y con la orientación y el conocimiento adecuados, es posible llevar una vida plena y saludable.

 

Entendiendo la Diabetes

Antes de adentrarnos en la relación entre la nutrición y la diabetes, es importante comprender los diferentes tipos de diabetes y cómo afectan al organismo.

Diabetes tipo 1: Esta forma de diabetes es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca y destruye las células productoras de insulina en el páncreas. Como resultado, las personas con diabetes tipo 1 deben recibir insulina de forma regular para mantener los niveles de glucosa en sangre bajo control.

Diabetes tipo 2: La diabetes tipo 2 es mucho más común y generalmente se desarrolla en adultos, aunque también puede afectar a personas más jóvenes. En este caso, el cuerpo no utiliza la insulina de manera eficiente, lo que lleva a la acumulación de glucosa en sangre. La diabetes tipo 2 suele estar relacionada con la obesidad y los hábitos alimenticios poco saludables.

Diabetes gestacional: Esta forma de diabetes se desarrolla durante el embarazo y generalmente desaparece después del parto. Sin embargo, las mujeres que han tenido diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro..

 

El Papel de la Nutrición en el Control de la Diabetes

La elección de alimentos y la forma en que se combinan en la dieta diaria son fundamentales para controlar la diabetes. Aquí hay algunas pautas nutricionales clave que pueden ayudar a las personas con diabetes a mantener niveles de glucosa en sangre saludables:

  • Control de carbohidratos: Los carbohidratos tienen un impacto significativo en los niveles de glucosa en sangre. Es esencial llevar un registro de la ingesta de carbohidratos y elegir fuentes de carbohidratos saludables, como granos enteros, frutas y verduras. Los carbohidratos se deben distribuir de manera equitativa a lo largo del día para evitar fluctuaciones en los niveles de glucosa.
  • Fibras: Los alimentos ricos en fibra, como las legumbres, los vegetales de hojas verdes y los granos enteros, ayudan a mantener estables los niveles de glucosa en sangre al retrasar la absorción de azúcar en el torrente sanguíneo.
  • Proteínas magras: Las proteínas magras, como el pollo, el pavo, el pescado y las legumbres, son una excelente opción para las personas con diabetes. Contribuyen a mantener la saciedad y evitan los picos de glucosa.
  • Grasas saludables: Elegir grasas saludables, como las que se encuentran en los aguacates, las nueces y el aceite de oliva, puede ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina. Limitar la ingesta de grasas saturadas y trans es esencial para la salud cardiovascular.
  • Control de las porciones: Controlar el tamaño de las porciones es esencial para evitar el exceso de calorías y carbohidratos. Utilizar tamaños de porciones recomendados y prestar atención a las señales de hambre y saciedad es fundamental.

La diabetes no tiene por qué ser una barrera para llevar una vida plena y saludable. La nutrición desempeña un papel crucial en el control de la diabetes, y las decisiones alimenticias adecuadas pueden marcar una gran diferencia en la gestión de esta enfermedad. Al centrarse en una dieta equilibrada, reducir el sedentarismo y trabajar en estrecha colaboración con profesionales de la salud, las personas con diabetes pueden disfrutar de una vida activa y plena, manteniendo sus niveles de glucosa en sangre bajo control. La educación y el apoyo son las claves para el éxito en la gestión de la diabetes.