¿Te has propuesto mejorar tu salud este 2024? ¿Quieres empezar a comer mejor, hacer más ejercicio, dormir más o dejar de fumar? Si es así, ¡enhorabuena! Estás dando el primer paso para cuidarte y sentirte mejor. Pero sabemos que no es fácil mantener estos propósitos de enero más allá de los primeros días. Muchas veces nos desanimamos, nos frustramos y volvemos a nuestros antiguos hábitos. Por eso, en este post te vamos a dar algunos consejos para ayudarte a crear hábitos saludables y mantenerlos en el tiempo.
Define tu objetivo
Lo primero que tienes que hacer es definir tu objetivo de forma específica. No vale decir «quiero estar más sano», sino que tienes que especificar qué quieres conseguir y cómo lo vas a medir en el tiempo. Por ejemplo: “comer dos piezas de fruta al día durante esta semana”. Cuando hayas conseguido este objetivo, puedes proponerte: “comer tres piezas de fruta al día”. Es importante que sean objetivos realistas y significativos para ti. Así podrás evaluar tu progreso y motivarte con los resultados.
Planifícate
Cuando tengas tus objetivos marcados planifica tu estrategia. No basta con tener una meta, sino que tienes que saber cómo vas a alcanzarla. Para ello, puedes dividir tu objetivo en pequeñas acciones que puedas incorporar a tu rutina diaria. Por ejemplo, si quieres comer mejor, puedes preparar un menú semanal con recetas saludables, hacer la compra con antelación y evitar tener comida basura en casa. Si quieres hacer más ejercicio, puedes apuntarte a un gimnasio, buscar un compañero de entrenamiento o descargar una aplicación que te guíe y te recuerde tus sesiones. Busca aquellas acciones y apoyos que te ayuden a conseguir tus objetivos.
Prémiate
Es importante que te recompenses por tus logros. No se trata de castigarte por tus fallos, sino de celebrar tus avances. Puedes premiarte con algo que te guste y que no vaya en contra de tu objetivo, como ver una película, comprar un libro o darte un masaje. Así asociarás el hábito saludable con una sensación positiva y reforzarás tu autoestima.
Flexibilidad y paciencia
Y, por último, es importante ser flexible y paciente. No esperes cambios radicales de la noche a la mañana, ni te des por vencido si tienes algún tropiezo. Los hábitos saludables se construyen poco a poco, con constancia y perseverancia. Lo importante es que no te rindas y que sigas intentándolo. Recuerda que cada día es una nueva oportunidad para mejorar tu salud y tu bienestar ¡A por ello!