Desde el año 2022, gozar de un entorno laboral seguro y saludable se considera un derecho fundamental en el trabajo, tal como se decidió en la 110ª Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en Ginebra en ese mismo año. No obstante, cuidar el bienestar de los empleados no solamente es una obligación de los empleadores, también supone grandes beneficios para las empresas.
Hoy, 10 de octubre, en el día Mundial de la Salud Mental, os presentamos algunas claves para implementar políticas que favorezcan el bienestar psicológico de los trabajadores, favoreciendo la indicación de la OMS para el 2024: PRIORIZAR LA SALUD MENTAL EN EL TRABAJO.
¿Qué es el bienestar emocional?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el bienestar emocional «es un estado de ánimo en el cual la persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, trabajar productivamente y contribuir a la comunidad».
Debemos tener en cuenta que, el bienestar en el trabajo y en el entorno laboral, es algo que implica tanto a las empresas que implementan políticas que tienen en cuenta la importancia de mejorar este aspecto de la salud en el trabajo, como a los propios trabajadores que deben adquirir cierto grado de responsabilidad sobre su propio bienestar y la importancia de la prevención en el ámbito de la salud, ya sea física como emocional.
La importancia del autocuidado
El autocuidado consiste en responsabilizarse de la propia salud, atendiendo a todos aquellos aspectos que fomenten el propio bienestar, ya sea físico, como la alimentación, el sueño, la actividad fisca; o el bienestar emocional, como fomentar las relaciones sociales sanas, realizar actividades de ocio, mantener contacto con la naturaleza, y dedicar tiempo a la reflexión y el autoconocimiento.
Además de esto, resulta esencial encontrar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. En este sentido, determinadas situaciones pueden suponer un gran reto, por ejemplo, en los casos de trabajadores con hijos u otras personas dependientes a su cargo, y es aquí donde la empresa puede jugar un papel importante para mejorar la calidad de vida de los empleados, valorando las diferentes situaciones relacionadas con la conciliación familiar.
¿Qué puede hacer la empresa?
Existen multitud de medidas que parten de la empresa, pero van a influir de forma decisiva en el bienestar general del empleado, no solo en el trabajo, sino también en su vida personal.
- Ofrecer recursos para el cuidado de la Salud Mental. Actualmente muchas empresas ofrecen a sus empleados un servicio de apoyo psicológico asistencial para aquellos trabajadores que puedan necesitarlo.
- Cursos y talleres. Dirigidos a favorecer el buen ambiente laboral, las relaciones con los compañeros o, en el caso de personas en puestos de responsabilidad, la gestión del liderazgo, entre otros.
- Favorecer la conciliación. A través de medidas entre las que se pueden incluir la flexibilidad horaria, adaptaciones de turnos y jornadas e implementación del teletrabajo en la medida en que sea posible.
- Prevenir la sobrecarga laboral. Asegurarse de que la carga de trabajo es adecuada y poner en marcha las medidas oportunas en caso de que observemos que es excesiva.
- Reconocer y valorar el esfuerzo. Sentirse apreciado y valorado en el puesto de trabajo reduce el estrés y mejora la Salud Mental.
¿Qué ocurre cuando no se valora la Salud Mental dentro de la empresa?
El impacto de la desatención al bienestar emocional de los empleados es muy negativo para las empresas produciendo, entre otros:
- Aumento del absentismo
- Insatisfacción laboral
- Disminución de la productividad
- Aumento de la conflictividad dentro de la empresa
Todos estos factores suponen necesariamente un coste económico, pero INVERTIR EN SALUD MENTAL ES UNA APUESTA SEGURA.